lunes, 10 de marzo de 2008

LA PETANCA


Éste es un juego que consta de una bola de madera de 4 centímetros de diámetro, llamada boliche, y de otras de 8 centímetros de diámetro, y generalmente de hierro, que son con las que se juega, y que han de ser tres por jugador (si juegan dos) o dos (si juegan tres o más).

A continuación, se traza una línea desde donde debe situarse cada jugador para realizar sus lanzamientos. El jugador elegido para comenzar debe situarse en la línea de salida y lanzar el boliche todo lo lejos que desee y seguídamente la primera de sus bolas intentando aproximarse, en lo posible, al boliche. El siguiente jugador hace lo mismo y así sucesivamente hasta que todos los jugadores lanzan sus dos o tres bolas.

El jugador que se haya acercado más al boliche, es el ganador, siendo quien empieza la siguiente partida.
JUEGOS DE SIEMPRE, PARA QUE DISFRUTES COMO UN NIÑO
Publicado por TELEFONICA
Imagen.Google

lunes, 3 de marzo de 2008

EL CUENTO DE JULEN ETXANIZ


Julen nos ha recomendado un libro que le ha gustado mucho. Se titula “Cuentos y leyendas hispanoamericanos” de Editorial Anaya. Es una selección de cuentos de la tradición oral de numerosos países de América Latina realizada por Ana Garrafón. Combinan el humor, la fantasía y la intención didáctica. La mayoría son inéditos en España, pues han sido extraídos de textos de antropólogos y de selecciones poco conocidas.
Este es el cuento que la ha gustado especialmente a Julen.

EL OGRO HERRERA
(Cuento popular, Argentina)


Había una vez tres hermanos que decidieron salir a rodar tierras. Uno de ellos se llamaba Segundo. Caminaron todo el día y, por la noche, llegaron a la única posada que había en el camino, la casa del ogro Herrera. Los hermanos, que no sabían que al ogro le gustaba comerse a las personas que llegaban a su casa, le pidieron permiso para quedarse ahí a dormir.
El ogro les invitó a pasar, pero les dijo que tendrían que pasar la noche en la misma habitación que sus hijas. Cuando pensó que los tres hermanos dormían, el ogro entró en la habitación y les puso a sus hijas un gorro rojo, para distinguirlas de los jóvenes cuando tuviera que matarlos.
Segundo, que estaba despierto, vio lo que el ogro había hecho y les sacó los gorros a las hijas. Después, se colocó uno en la cabeza y les puso los otros dos a sus hermanos. Pasada la medianoche, el ogro entró de nuevo en la habitación, degolló a sus hijas pensando que eran los jóvenes, y fue a costarse.
Segundo, que seguía sin dormir, despertó a sus dos hermanos y les contó lo que había pasado. Decidieron escapar antes de que se hiciera de día, y Segundo se llevó los gorros.
Al amanecer, el ogro se levantó contento pensando en los fiambres exquisitos que iba a comerse ese día. Pero la alegría le duró poco, porque, cuando fue a despertar a sus hijas, se dio cuenta de que estaban muertas y, enfurecido, salió corriendo a atrapar a los jóvenes.
Los hermanos acababan de atravesar un río muy crecido que el ogro no pudo pasar, y, desde la otra orilla, le gritó a Segundo:
-¡Ah, Segundo, pícaro! Me has hecho matar a mis tres hijas y me has robado mis tres gorros. ¡Ah, como vuelvas…!
Segundo le contestó:
-Tal vez vuelva, tal vez no, tal vez venga para llevarme a vos.
El ogro regresó furioso y triste a su casa.
Los hermanos siguieron su camino y llegaron a la casa de un rey. Allí Segundo se ocupó de cuidar los patos, otro hermano se encargó de los corderos y el tercero se empleó como criado.
Segundo se dio cuenta de que si se ponía uno de los gorros del ogro se juntaban todos los patos y, como los cuidaba bien, pronto se pusieron gordos, lindos y grandes.
El rey estaba muy contento con los servicios de Segundo, pero los otros hermanos le tenían envidia y buscaron la manera de deshacerse de él.
Así que un día fueron hasta donde el rey y le contaron que Segundo había dicho que era capaz de traer la colcha “campanillas de oro” con la que dormía el ogro Herrera.
El rey tuvo enseguida deseos de poseer la colcha del ogro, pues este era muy temido y nunca había sido vencido. Al día siguiente, temprano por la mañana, mandó el rey llamar a Segundo y le preguntó si había dicho que era capaz de traerle la colcha “campanillas de oro” del ogro Herrera. Segundo le dijo que no, que él nunca había dicho nada parecido.
- Pues lo hayas dicho o no, tienes que ir, porque la voluntad del rey no se puede contrariar.
Segundo ya estaba pensando cómo se las arreglaría cuando, al salir del palacio, le llamó la hija del rey. Esta le recomendó que llevara una carga de pan y vino para entretener al loro adivino que el ogro tenía en su casa y no avisara a su amo.
Después de agradecer el consejo a la hija del rey. Segundo salió de viaje y llegó ya de noche a la casa del ogro, cuando todos dormían. Todos, menos el loro adivino, que en cuanto le vio, comenzó a gritar:
- ¡Ogroooo, Ogrooooo!¡Aquí está el pícaro Segundo!
Segundo le dijo.
- Cállate, loro tonto y toma pan con vino.
- A ver, trae acá- dijo el loro.
Y Segundo le dio pan con vino hasta emborracharlo.
- Humm, sí que está rico, ¡dame más! – decía el loro.
Segundo le preguntó entonces si sabía cómo podía robarle la colcha “campanilla de oro” al ogro.
-¡Uy!¡Eso es de los más fácil! El ogro tiene el sueño bien pesado, así que métete despacito debajo de la cama, ata las campanillas para que no suenen y tira de la colcha hasta que salga de la cama.
Así lo hizo Segundo y, en cuanto tuvo la colcha, montó en su caballo y salió a trote hacia el castillo.
El loro, mientras tanto, se había comido todo el pan y bebido todo el vino, y tenía una gran cogorza. Empezó a cantar:
-¡Ogro, ogrito, el pícaro Segundo se ha llevado tu colcha…!
Y así cantó y gritó hasta que, finalmente, el ogro se despertó.
El ogro, cuando vio lo que había pasado, montó a caballo y salió tras de Segundo, que ya había conseguido atravesar el río. Desde la otra orilla le gritó:
-¡Ah, Segundo, pícaro! Me has hecho matar a mis tres hijas, me has robado mis tres gorros y ahora te llevas mi colcha “campanillas de oro”. ¡Ah, como vuelvas…!
-Tal vez vuelva, tal vez no, tal vez venga para llevarme a vos.
Segundo llegó entonces al castillo y le entregó al rey la colcha.
Este quedó todavía más contento con él.
Pero los hermanos, al día siguiente, al ver que Segundo había sobrevivido, fueron al rey y le contaron que Segundo había dicho que podía traerle la borrega “lana de oro” del ogro Herrera.
Llamó el rey a Segundo y le preguntó si era cierto, y el joven respondió que no.
- Pues hayas lo dicho o no, tienes que ir, porque la voluntad del rey no se puede contrariar.
Segundo se fue y, nuevamente, levó pan y vino para el loro adivino. Cuando llegó a la casa por la noche, el ogro dormía. El loro, al verle, comenzó a gritar:
-¡Ogrooooo!¡Ogrooooo!¡Aquí está el pícaro Segundo!
Segundo le dio pan y vino, y el loro pronto calló. Cuando se emborrachó, le preguntó dónde se encontraba la borrega “lana de oro”.
-¡Uy!¡Eso es de lo más fácil! Allí está, asomando la cabeza en el corralito detrás de la casa- le dijo el loro.
Fue Segundo hasta la oveja, la cagó en su caballo y salió a trote. El loro, al ratito, comenzó a cantar:
-¡Ogro, ogrito, el pícaro Segundo se ha llevado a la borrega…!
El ogro se levantó, pero ya era tarde, porque Segundo ya había pasado el río cuando lo alcanzó. El ogro le dijo:
-¡Ah, Segundo, pícaro! Me has hecho matar a mis tres hijas, me has robado mis tres gorros, me has quitado la colcha “campanillas de oro” y ahora te llevas la borrega “lana de oro”. ¡Ah, como vuelvas…!
Y el joven contestó:
-Tal vez vuelva, tal vez no, tal vez venga para llevarme a vos.
Cuando le entregó la borrega al rey, este se puso muy contento y premió al joven.
Los hermanos, entonces, le contaron al rey que Segundo les había dicho que era capaz de traer al ogro Herrera en persona. El rey lo llamó y de nuevo le preguntó. Segundo dijo que él no había dicho tal cosa, pero el rey contestó:
- Pues hayas dicho o no, tienes que ir, porque la voluntad del rey no se puede contrariar.
Entonces Segundo, para que el ogro no lo reconociera, se disfrazó y mandó hacer un carruaje cerrado y de hierro, con una sola puerta. Fue hasta donde el ogro y este no lo reconoció. Pero el loro adivino, sí, y empezó a gritar:
-¡Ogroooooooo!¡Ogroooooooo!¡Aquí está el pícaro Segundo!
El ogro miró a todos lados, pero como no vio nada, le dijo al loro:
-Cállate, loro tonto.
Segundo le dijo que si quería ver el carruaje por dentro, que era muy lindo. El ogro le creyó y entró a ver el coche. Segundo cerró con rapidez la puerta y la trancó para que no pudiera salir. Montó en el caballo y salió trotando con el carruaje hasta donde el rey.
Cuando llegaron, como el rey ya estaba advertido de que llegaba el ogro, lo atraparon nada más salir del carruaje.
A Segundo, como premio, le dio la mano de su hija, y a los hermanos, cuando descubrió que todo lo que habían dicho habían sido mentiras, los expulsó del reino por envidiosos.

El número tres es un número lleno de simbologías que aparece en numerosos cuentos populares: tres son los hermanos, tres son las pruebas, etc. En algunos países de Hispanoamérica, cuando algo es muy bonito y maravilloso, se dice: “Está rete tres piedras”.


Gracias, Julen

“Cuentos y leyendas hispanoamericanos”
Editorial ANAYA





domingo, 2 de marzo de 2008

EL REY MIDAS (versión descabellada)


Curioso, divertido y poco convencional libro de cuentos de hadas. Como el propio libro, ya lo adelanta en su contraportada: …cuentos de hadas deliciosamente retorcidos, en los cuales es imposible saber qué va a ocurrir en la siguiente fracción de segundo y mucho menos, deducir con quién se casará el príncipe, si es que se casa…


EL REY MIDAS

Érase una vez una vez un rey llamado Midas. Incluso para rey, Midas era excesivamente avaro. Lo único que le preocupaba era el oro, el oro y el oro, y si alguna vez se preocupaba por otra cosa, era por… el oro.
Continuamente estaba mandando a sus recaudadores de impuestos por todo el reino. A causa de tantos impuestos sus súbditos eran cada vez más pobres, mientras que Midas era cada vez más rico. Finalmente el pueblo llegó a ser tan pobre que sólo pudo comer nabos y nada más que nabos. Nabos para el desayuno, bocadillos de nabo para el almuerzo y una pierna de nabo al horno para la cena, con salsa de nabo. Y de postre, tarta de nabos. Finalmente la gente estaba ya de nabos hasta las narices.
El rey Midas comenzó a sospechar que su pueblo no lo quería demasiado. No es que a él le preocupara mucho esto, lo que le preocupaba era no poder seguir elevando los impuestos.
- Tengo que hacer algo para que mi pueblo me ame- se dijo el rey Midas-. Así podré seguir elevándose los impuestos.
El rey convocó a sus asesores a una reunión urgente. Se trataba de la firma de consultores Cuatrecases, Chumillas, Ruiz & Pichardo.
- Señores –les dijo el rey-, tenemos que subir como sea mi rating de popularidad.
- Majestad-dijo Pichardo-, ¿qué le parece la idea de bajar un poco los impuestos? Podríamos…
Parece que no fue una buena idea, pues dos guardias de palacio entraron en ese mismo instante y se llevaron arrastrando a Pichardo para encerrarlo en una mazmorra.
Al día siguiente el rey convocó a una reunión urgente a su nueva firma de asesores: Cuatrecases, Chumillas & Ruiz.
- ¿Qué le parece, Majestad, si ponemos en marcha una campaña publicitaria que resalte sus cualidades humanas?- propuso Ruiz.
- ¿Qué cualidades humanas?- dijo el rey.
- No sé, a todo el mundo le gustan los perros…
- ¡Yo odio a los perros! – dijo el rey.
- Ya veo, pero eso en realidad no importa; lo que cuenta es elevar la opinión que el pueblo tiene de Vd. Podríamos empezar con grandes carteles en las carreteras que digan: “Midas ama a los perros”.
- ¿Cuánto costaría eso? –preguntó el rey.
- Casi nada. Luego, el día clave, ante la televisión y los periódicos, Vd. Soltaría a los perros del palacio real.
Por supuesto, el momento en que el rey soltaba a los perros fue muy emotivo, y todo el mundo lo vio en la tele. Pero los perros, en cuanto se vieron libres de sus cadenas, se pusieron como locos y salieron en estampida entrando en las casas, destrozando y llevándose las pocas cosas que los súbditos tenían. Las compañías de seguros se negaron a pagar los destrozos causados por los perros y, como resultado, en la siguiente aparición pública del rey el pueblo lo bombardeó con nabos.
Al día siguiente, el rey convocó una reunión con su firma de asesores Cuatrecases & Chumillas.
- Majestad- dijo Chumillas-¿Qué le parece la idea de vencer a un dragón?
- Mmmm-dijo el rey-.¿No resultará eso muy caro?
- ¡En absoluto!
- ¡Eres muy inteligente, Chumillas, muy inteligente!
Así, en el día acordado, el rey salió a una explanada cercana al palacio armado hasta los dientes para luchar contra el dragón, que echaba fuego por las narices. Por supuesto, no era un dragón de verdad, sino que más bien se trataba de una especie de globo, como los que se usan en los desfiles.
- ¡En guardia, malvado!-gritó el rey al dragón, desenvainando su espada-. Ahora… ahora…
- ¿Qué pasa?- preguntó Chumillas.
- ¡Se me ha olvidado lo que debo decir!- musitó el rey.
- No se preocupe por el guión, simplemente atáquelo con la espada.
Lamentablemente, antes de que el rey pudiera atacar al dragón, éste comenzó a perder aire, y en unos instantes tenía el tamaño de una pelota de playa.
- ¡Es de mentira! ¡Es un dragón falso!- gritó la muchedumbre mientras comenzaban a tirarle nabos al rey. Ahora la situación era mucho peor: sus súbditos no sólo lo odiaban, sino que también lo despreciaban. El rey llamó entonces a su asesor Cuatrecases a una reunión urgente.
- Majestad- dijo Catrecases-. ¿Qué le parece si le diéramos a Vd. Lo que se llama un toque de oro?.
- ¿No será eso muy caro?- preguntó el rey.
- Pues no, si se limita usted a usar este spray y este bote de pintura dorada.
- ¡Bien pensado, Cuatrecases!¡Muy bien pensado!-dijo el rey.
La noticia se extendió como la pólvora:
- ¡Midas: un monarca de 24 kilates!-decían los titulares de los periódicos. El rey prometió una demostración pública y gratuita de sus habilidades, y las multitudes llegaron de todas partes del reino. Y, por supuesto, en un momento Midas lo convertía todo en oro: sombreros, bastones, arbustos, lápices y piedras.
- Si el rey dice que esto es oro, debe ser oro- razonaba el pueblo-. ¡Viva el rey Midas!
Y así, Midas siguió pintando con su spray dorado cada vez más cosas hasta que llegó un momento en que parecía que todo el reino era de oro. Midas, por supuesto, era ya muy famoso. Tan sólo había un problema: dado que ahora todos tenían más oro del que podían utilizar, el oro comenzó a perder valor. Pronto se necesitó una carretilla de oro para comprar un simple nabo.
- ¡Lo conseguimos, Cuatrecasas!-dijo el rey-. El pueblo me ama y sigo siendo el hombre más rico de todo el reino.
- Bueno… no exactamente, Majestad. En este reino el oro ha dejado de ser ya sinónimo de riqueza.
- ¿Ah sí?¿Y qué tiene valor ahora?-preguntó el rey.
- Pues… ¡los nabos!
Y así fue. Lo más preciado eran ahora los nabos, y claro, todo el mundo tenía algunos nabos. Bueno, todo el mundo salvo el rey, que tenía sólo oro, se convirtió en el hombre más pobre del reino. Al día siguiente convocó a sus asesores a una reunión, pero sólo se presentó él.
De este modo, el rey Midas se vio obligado a mudarse a un castillo muy modesto, con una cama matrimonial y un foso que más bien parecía una acequia de riego. Pero eso sí, siguió teniendo muchos amigos y, por supuesto, siguió con su famoso toque dorado.

Cuento extraído del libro “CUENTOS DE HADAS RETORCIDOS” Contados por A.J.JACOBS.

jueves, 28 de febrero de 2008

LECTURA PARA NIÑOS SORDOS


Estrategias para enseñar a leer en voz alta a un niño sordo

¡Imposible! Esta es la primera reacción de muchos padres y maestros de niños sordos que piensan que sus hijos o estudiantes no pueden aprender a leer en voz alta, o que ellos no pueden hacerlo debido a su sordera. Pero la realidad es otra, los niños sordos pueden aprender a leer en voz alta y comprender lo leído, utilizando el lenguaje de señas, la mímica y la pantomima. Algunos maestros y padres se han quedado con la cartilla fonética y el aprendizaje de la mecánica de la lectura, pensando que, como aprenden los oyentes a leer, así también, los sordos aprenderán a leer. Esta idea es errónea mientras se utilicen métodos fonéticos exclusivamente, sin tener en cuenta las necesidades particulares del niño sordo.

Mucho se ha investigado acerca de cómo desarrollar la lectura en los niños sordos. La lectura es un elemento esencial en la educación del niño sordo debido a su importancia en el desarrollo del lenguaje.

Sin embargo, poco se ha investigado sobre la aplicación de la técnica de la lectura de cuentos en "voz alta" para niños sordos y sus efectos. Esta técnica es muy recomendada por los especialistas en la educación del sordo como un medio eficaz para el desarrollo de la lectoescritura.Pero ¿cómo hacerlo?.


Sabemos narrar cuentos a los niños oyentes pero ¿y para los sordos?


Algunos autores han investigado cómo los adultos sordos leen a sus niños sordos y han encontrado ciertos elementos que se repiten en las sesiones de lectura de cuentos. Por ejemplo, en un estudio realizado por Lartz y Lestina, en 1993, se encontró que unas madres Sordas seguían un patrón repetitivo cuando leían a sus hijos sordos. Los patrones fueron identificados y presentados como estrategias que luego fueron sugeridas a maestros y a padres oyentes para que las utilizaran cuando leían en voz alta a sus niños sordos.

Hay autores que sugieren que si seguimos esas estrategias utilizadas por los adultos sordos, podremos desarrollar las destrezas de lectoescritura en nuestros niños sordos, tanto en el salón de clases como en casa.


Estrategias para enseñar a leer en voz alta a un niño sordo


-El uso del lenguaje de señas, la mímica y los movimientos corporales / faciales en todo momento.

- Mantener ambos lenguajes, el de señas y el español del texto, visibles.

- No limitarse al texto escrito sino añadir elementos a la narración que están implícitos

- Mientras más veces leían el cuento más se movían de la narración a la lectura del texto, acortando las explicaciones dando más importancia al texto escrito y no a las láminas.

- Seguían las indicaciones del niño, no lo aislaban, sino que tomaban en cuenta sus observaciones.

- Ajustaban las señas y su tamaño para mantener la variedad y el interés del niño.

- Conectaban la lectura con la realidad del niño.

- La localización de las señas en el libro o fuera de él.

- La demostración de los cambios de personajes a través de la expresión corporal, la mímica, el uso del espacio.

- Hacer preguntas mediante la expresión facial.

Estas fueron las estrategias utilizadas por los adultos Sordos en los Estados Unidos cuando leían a sus niños sordos. Nosotros podemos aplicarlas.No olviden que la mejor actividad que un adulto puede llevar a cabo con un niño es leer un cuento.


Fuente: Reinaldo Saliva González M.A. Ed. Especial. Especialista en Educación al Sordo.

miércoles, 27 de febrero de 2008

LIBROS RECOMENDADOS

Hoy voy a recomendaros cuatro libros bonitos y originales, además todos ellos son del escritor e ilustrador DAVID MELLING de la Editorial Beascoa. Tengo que decir que este escritor tiene un gran mérito, puesto que además de escribir estos cuentos él mismo realiza las estupendas ilustraciones que aparecen en sus libros.








"EN BUSCA DEL BESO"

El beso de buenas noches del príncipe se ha escapado. Ha huido por la ventana y se ha escondido en el bosque. Ahora, el mejor caballero del Rey tiene la misión de encontrarlo, pero... ¿Cómo conseguirá vencer al dragón?







"LA HISTORIA DE JACK FROST"

Había una vez unos cuantos árboles que, cansados de vivir en un valle angosto, oscuro y abarrotado, decidieron trasladarse a la cima de un cerro cercano. Pero los árboles no caminan sin magia. Un niño perdido se adentra en el bosque encantado y cae dormido, dejando el camino abierto tras de sí...





"EL SUEÑO PERDIDO"

El príncipe tiene una hermanita recién nacida que no deja de llorar... El rey ordena al más valiente de sus caballeros que encuentre algo muy sueva para rellenar el cojín de la princesa ¡Pero rápido! ¿Conseguirá superar este reto?







"LA BIBLIOTECA FANTASMA"

Imagina un mundo sin cuentos... En La Biblioteca Fantasma, David Melling ha recreado un mundo de ensueño donde los fantasmas son amables y les encanta leer. Pero como no tienen libros, se los tienen que "pedir" prestados a los niños.
Entra, paso a paso, en este mundo de fantasía de la mano de una niña llamada Bo... ¡Te hipnotizará!.

martes, 26 de febrero de 2008

RATATOUILLE


Ratatouille fue galardonada con el óscar a mejor película de animación y hay que añadir que tenía cuatro nominaciones más aparte de la mencionada anteriormente como eran mejor guión original,mejor banda sonora,mejor sonido y mejor edición de sonido.
Esta película trata de Remy, una rata que ha nacido con un desarrollado sentido del olfato, cuando descubre un libro del Chef más grande de París. Remy se enamora del mundo culinario, y sueña con convertirse en un gran chef francés a pesar de la oposición de su familia, su padre y su hermano Emile, sin olvidar del problema evidente que supone ser una rata en una profesión que detesta a los roedores. Luego de separarse de su familia en un accidente, el destino lleva a Remy a las alcantarillas de París, pero su situación no podría ser mejor, ya que se encuentra justo debajo de un restaurante que se ha hecho famoso gracias a Auguste Gusteau, una estrella de la cocina. A pesar del peligro que representa ser un visitante poco común en los fogones de un exquisito restaurante francés, la pasión de Remy por la cocina pone patas arriba al mundo culinario parisino en una divertidísima y emocionante aventura. Ahí conoce al inexperto y algo torpe lava platos Linguini, con quien hace una profunda amistad, para así juntos lograr ser los más prestigiosos chefs de Francia, cuando todo parece mejorar, Remy se topa con su hermano Emile, quien le pide regresar con su familia, el roedor se debate entre su vocación y sus seres queridos. Remy se ve obligado a alimentar a su hermano Emile y al ver que la puerta de la alacena esta cerrada, Remy decide buscar la manera de encontrar la llave que abrirá dicha puerta. Busca en la oficina del cheff gusteau (difunto) donde se encuentra con un documento que dice que Linguini es el hijo de Gusteau y por lo tanto es el dueño del restaurante. Al enterarse de esto el crítico de comida Anton Ego decide visitar el restaurante Gusteau para dar una crítica, remy y Linguini preparan el platillo ratatouille que obliga a Ego a hacer la mejor crítica de su vida. Al final descubren que la comida fue hecha por la rata Remy, y clausuran el restaurante Gusteau, sin embargo abren otro restaurante más tarde llamado "La Ratatouille".
En cuanto a mi opinión tengo que decir que esta ultima película de Pixar y de Disney me ha encantado y me ha gustado mucho, quizás haya sido por su originalidad y por ser una historia muy bonita y diferente.
Ratatouille ya está disponible en las tiendas en versión DVD

Fuentes: Wikipedia

Imagen:zonadvd

lunes, 25 de febrero de 2008

LA RAYUELA

La rayuela es uno de esos juegos de los que existen infinidad de variantes, por ejemplo EL CIELO.

Lo primero que se hace es dibujar en el suelo un diagrama como el que muestra el dibujo y cada uno coge una piedra, y por turnos, empieza el juego de la siguiente manera:

Comenzando en el rectángulo de TIERRA y desde éste se lanza la piedra a la casilla 1. Se salta con un sólo pie, se recoge la piedra y se regresa a la TIERRA.

Se lanza ahora la piedra a las casilla 2, se salta con un pie a la 1, luego a la 2 se recoge la piedra y se lanza a la tierra. Se salta de nuevo de la 2 a la 1 y de ésta a la TIERRA.

Así se continúa lanzando la piedra casilla a casilla, de manera que al hacerlo ésta no debe tocar la raya ni caer en otra casilla que no sea la que toque. También hemos de saber que a las casillas 1, 2, 3, 6, y 9 se debe saltar con un solo pie, mientras que a las otras, que son dobles, 4, 5, 7, 8 y al CIELO, se debe hacer con los dos; uno en cada casilla.


(JUEGOS DE SIEMPRE, PARA QUE DISFRUTES COMO UN NIÑO)
Editado por TELEFÓNICA

viernes, 22 de febrero de 2008

EL ORDAGO DEL AS DE OROS

Erase una vez un “as de oros” que vivía en el país de los SEISES, pero no era muy feliz, la vida allí era muy aburrida. Todos los días se juntaban todos los habitantes en la plaza, y su trabajo consistía en organizarse y desorganizarse continuamente. El primero en colocarse era su primo el seis de oros, que era –para ser sinceros- bastantes engreído, después su prima la siete o su hermano el cinco. Pero cuando alguno se dormía y llegaba tarde, empezaban a colocarse los seises de las demás familias del pueblo. Él como era el número uno de su familia tenía que esperar con el rey a que se colocasen todos y justo cuando todo estaba en orden se volvían a mezclar y empezaban de nuevo. Y así día tras día; además como no se podía mezclar con las demás familias, no tenía amigos con los que poder charlar o jugar.
Pero un día el as que estaba solo en casa se puso a pensar, a pensar… y a pensar; y llegó a la conclusión de que se estaba haciendo mayor y no le gustaba nada el futuro que le esperaba en su país; así que decidió lanzarse a conocer mundo y buscar algún sitio donde pudiera ser más feliz. Salió de su casa una noche cuando los demás estaban dormidos. Anduvo durante toda la noche y al amanecer se encontró en un cruce de caminos, a la izquierda había una señal que decía país de TUTE y a la derecha otra que decía bienvenido al país de BRISCA. Decidió probar suerte en el de TUTE. En cuanto entró en el país se dio cuenta de que todos le trataban como si fuera una persona muy importante, todos querían que fuera su amigo, que durmiera en su casa… Allí los ases eran las personas más importantes del país. Nuestro amigo se sentía muy agobiado, pues hasta ahora el siempre había sido una persona sencilla y humilde. Así que en un momento de despiste aprovechó para salir del país y se dirigió hacía el de BRISCA. Cuando entró en BRISCA era un poco tarde y ya no había nadie por la calle, se acercó a los establos y se acurrucó en un rincón para poder pasar la noche calentito. Pero al amanecer y a medida que sus habitantes iban apareciendo se dio cuenta de que allí también le trataban como a una persona importante, todos merodeaban a su alrededor, le hablaban, le sonreían,… El no estaba acostumbrado a tratar con gente, sólo con su familia. Se sintió tan confundido y agobiado que se puso a correr, a correr, a correr,…. y a correr. Y no paró hasta que dos días después se encontró con un nuevo país. Este país se llamaba CHINCHON, pasó allí un par de días, pero la vida allí era bastante parecida a la de su pueblo. Así que decidió seguir su camino.
Una noche cuando iba a tumbarse a dormir debajo de un árbol, distinguió las luces de otro país y decidió acercarse hasta allí. El país se llamaba POCKER y su sorpresa fue mayúscula cuando al entrar en él se dio cuenta de que sus habitantes eran muy extraños. Todos iban vestidos de color rojo o de color negro, pero sólo de un color y sus cuerpos tenían formas raras. Pero su sorpresa aumentó cuando se dio cuenta de que dos tipos extraños, llenos de cascabeles, saltaban sin parar a su alrededor. Allí como era diferente nadie quería ofrecerle ningún trabajo, por lo que decidió seguir su camino.
Pasó por el país de MUS y de ESCOBA…, pero ninguno le atraía demasiado. Una tarde cuando ya estaba pensando en regresar a su país, se encontró con una sota de copas que cogía agua en una fuente. La sota le ofreció su copa para beber. Al principio el as se sintió un poco confundido, pues en su país nadie podía hablar con nadie que no fuese de su misma familia, pero enseguida se hicieron buenos amigos. La sota le invitó a conoce a su familia. Ella vivía en el país de LAS SIETE Y MEDIA muy cerca de donde estaban. A nuestro amigo le gustó mucho lo que vio allí. Todos los días eran diferentes, todos eran amigos, no había diferencias por el número, ni por la familia a la que pertenecieras… la única norma que tenían era la de ir en grupos que formaran siempre la suma de siete y medio. Así que como mínimo tenían que ir juntos un siete y una sota, un siete y un caballo o un siete y un rey… y como máximo podían ir en total quince sotas, caballos o reyes juntos (cuando te encontrabas con un grupo de estos, parecía una manifestación).
Por fin, el as de oros se sentía a gusto en un sitio. Allí el podía elegir a sus amigos, su trabajo… tenía que esforzarse mucho, pero podía llegar con su esfuerzo a ser lo que él quisiera. Este era el país con el que siempre había soñada, así que todavía vive allí y es el dueño de una fábrica de chocolate, famosa en el mundo entero por sus chocolatinas en forma de moneda.

ID

jueves, 21 de febrero de 2008

EVENTOS PARA LOS NIÑOS


BABAR TXIKIAREN ISTORIOA


Auditorio Kursaal 23 Febrero a las 12:00
Precio: 6 €

Conciertos en Familia“Babar elefante txikiaren istorioa” Euskadiko Orkestra Sinfonikoa

Rubén Gimeno zuzendaria eta Iban Garate narratzailea

Este cuento musical es una de las obras más importantes dentro del repertorio de música sinfónica dedicada especialmente para niños y jóvenes. El cuento de Jean de Brunhof, con música de Francis Poulenc, ha sido traducido al euskara por el escritor Unai Elorriaga.

En colaboración con la Orquesta Sinfónica de Euskadi



BREMENGO MUSIKARIAKINFANTIL

23 de febrero. 23/02/08-23/02/08 (18:00). Sala Imanol Larzabal [C. C. Lugaritz]
Versión especial del cuento de los Hermanos Grimm realizada por Paraiso Antzerki Taldea donde se juntan música y texto dando lugar a un ambiente vitalista y poético a la vez. Cuatro músicos y actores, el burro, el perro, el gato y la gallina, cuentan sus desgracias de una manera cómica y musical. Desde este panorama lleno de pesimismo se les presenta un sueño: Bremen. Y así comienza la abentura.
Los actores principales son Eriz Alberdi, David Errasti, Leire Olaran y Inazio Tolosa dira.

Precio: 3,5


UNA VEZ DOS PIES, TEATRO DEI PIEDI

TEATRO INFANTIL

23 de febrero. 18:00. C.C. ERNEST LLUCH (Amara)

Verónica González tiene dos pies que son especiales:encarnan grotescos personajes que viven en historias donde el absurdo y la poesía se fusionan mágicamente.

miércoles, 20 de febrero de 2008

LA PRINCESA QUE CONSIGUIÓ LA LUNA


Yolanda, hija del más poderoso rey de Portugal, estuvo enferma por comer muchos dulces y los médicos le obligaron a guardar cama.
Yolanda tenía doce años y era la princesita más bella del mundo, y también la más mimada de su padre.
El rey acudió a la cámara de su hija y se inclinó sobre el lecho de la princesita Yolanda.
Pide, hijita mía, lo que quieras, que yo te haré feliz.
Gracias, padre mío –contestó la princesita-. Quiero la luna. Si tengo la luna, me pondré buena en el acto.
El monarca salió del aposento y convocó en la sala del trono a los diez hombres más sabios de la tierra. No tardaron éstos en llegar, precedidos de los pajes, y una vez inclinados ante el rey haciendo una profunda reverencia, el más viejo de los sabios, que era también el más famoso, avanzó y dijo:
¿En qué podemos serlo útil, Majestad?
Necesito que me consigáis la luna. Si consigo dársela a mi hija enferma, ella sanará de inmediato.
¿La luna? –repitió, asombrado, el sabio más anciano, mientras los otros nueve sabios se miraban perplejos.
¡Sí, la luna!-afirmó el rey-. ¡La luna! Id a buscarla esta noche, la quiero aquí mañana sin falta.
El sabio anciano se retiró unos pasos y consultó con sus compañeros, sosteniendo una animada discusión. Después, enjuagándose la sudorosa frente y acariciándose la blanca barba, se dirigió de nuevo al rey:
La luna, Majestad, está a miles de kilómetros de Portugal. Además, está hecha de cobre fundido y no puede cogerse. Por lo tanto, y con la venia de Vuestra Majestad, debo deciros que no podemos conseguiros la luna.
¡Basta!-gritó el rey, molesto-. La princesa Yolanda quiere la luna para curarse, y yo no permitiré que se muera. Retírate de mi vista y, desde ahora, quedas despedido.
Todos los sabios se consultaron y no tuvieron más remedio que abandonar palacio, vencidos.
Luego se consultó a todos los hombre eminentes de Portugal, primero y después a los de otras naciones; y todos las cosas más maravillosas. Pero ninguno se atrevió a ofrecer la luna.
Mientras, la princesa Yolanda seguía en cama, esperando la noche con ansia, y entonces sus damas la acercaban al amplio ventanal del palacio. Y ella se quedaba allí absorta, contemplando el astro nocturno.
Nobles y vasallos, todos probaron conseguir la luna, no sólo por el premio ofrecido, sino porque querían mucho a la niña, y no deseaban verla nunca triste y enferma.
Un buen día se presentó a la audiencia real un avispado pajecillo llamado Martinejo. Toda la Corte rió al verle, pero él, decidido, hizo una graciosa reverencia al rey y le preguntó:
Vuestra Majestad perdonará mis palabras, pero antes de salir en busca de la luna desearía preguntaros: ¿qué piensa su Alteza de la luna?.
Ante estas palabras, el soberana levantó la cabeza, y todos los caballeros callaron.
¡En eso yo no había pensado! –confesó el rey.
Si Vuestra Majestad me lo permite, iré a preguntarlo yo mismo a la princesita Yolanda.
¡Ve sin pérdida de tiempo! –contestó el rey.
Y Martinejo, acompañado de un alto alabardero, se dirigió a la cámara de la princesita.
Esta estaba despierta y se alegró mucho al verle.
¿Me traes la luna? – preguntó al paje.
Todavía no, pero iré a buscarla enseguida, princesita mía. Decidme, ¿cómo creéis vos que es de grande la luna?
¡Oh, no muy grande! Es del tamaño de mi dedo pulgar.
¿Y a qué distancia creéis que se encuentra? –prosiguió Martinejo.
Pues no más alto que el álamo del jardín, ya que muchas noches veo que sus ramas la tocan…
¿De qué creéis que está hecha la luna, Alteza?
¡No seas tonto, paje! La luna esta hecha de brillantes, y por eso reluce tanto.
Esta misma noche tendréis la luna, princesa mía –aseguró Martinejo-. Subiré al árbol más alto del jardín real, y cuando quede enganchada en las ramas del álamo, os la traeré colgada de una cadena.
Y Martinejo salió corriendo donde el joyero real y le ordenó en nombre del rey que hiciese al instante una luna de oro, con un gran brillante engarzado, y la colgase de una cadenita también de oro.
- ¿Puede saberse qué es esta joya tan extraña? –replicó el orfebre.
- Es la luna.
- ¡Imposible! La Luna nadie puede cogerla.
- Eso es lo que vos y todos los sabios creen.
Aquella misma noche, la princesita Yolanda durmió tranquila, porque de su cuello colgaría la ansiada luna.
Pero el rey no estaba satisfecho, pues él sabía que la luna seguía en el firmamento y tenía miedo de que su hija se diese cuenta de ello.
Y volvió a convocar a todos los sabios para que hallasen una solución a este nuevo problema.
Ni los anteojos negros, ni las gruesas cortinas, ni el recurso de encerrarla todas las noches le convencía. Veía a su hija tan dichosa, que temía quitarle esta ilusión; y cuando ya se encontraba desesperado, se acordó del paje Martinejo, que ahora vivía en palacio, y le mandó llamar.
¿En qué puedo serviros, Majestad?
Lo que voy a pedirte es imposible.
También lo parecía la luna y ya veis que su Alteza es la más feliz de las princesas.
Es cierto, pero ahora es más difícil.
Decidme que os atormenta.
Termina ya la luna nueva y, dentro de pocos días, mi hija volverá a verla brillar y la deseará otra vez, porque sabrá que la que lleva colgada de su cuello no es la verdadera.
¡No temáis, mi rey y señor! La princesa Yolanda es más sabia que todos los sabios del reino. Ella encontrará la solución. ¿Me permitís que vaya a preguntarle?.
¡Ve en seguida! –le ordenó el rey esperanzado.
Martinejo encontró a la princesa recostada en unos almohadones, mirando con sus grandes ojos cómo la luna iniciaba su ascensión en un cielo límpido y puro cono nunca. Brillando, en su mano, estaba la luna que el paje le consiguiera.
Decidme, princesa mía –empezó el paje con una rodilla en el piso-: ¿cómo es posible que la luna suba por el cielo, si vos la tenéis ahora en vuestra mano?.
Eso que me preguntas es muy sencillo, tonto. Cuando yo pierdo un diente, ¿no me nace otro nuevo en el mismo sitio?
¡Así es!
Pues así también es la luna.
Debí haber pensado en ello –aseguró el paje.
Los ojos de la linda princesita volvieron a mirar la reluciente luna que brillaba en el cielo y así fue quedándose plácidamente dormida.
De puntillas, Martinejo salió del aposento para dar la nueva al rey.
El soberano saltó loco de alegría.
Entre tanto, la luna seguía su avance por el cielo, ignorando que a su nombre se había logrado hacer feliz a una linda criatura terrenal.

(DEL FOLKLORE PORTUGUÉS)
Cuentos Escogidos II Ed. susaeta

martes, 19 de febrero de 2008

Bienvenidos a Te Traigo la Luna

Bienvenidos a este nuevo espacio digital, donde podréis encontrar gran variedad de cosas que serán de gran interés para los más pequeños.
Este blog se centra en los niños y más concretamente en temas de interés cultural para ellos. En el que se incluirá una sección en la que se informe de eventos culturales especialmente dedicados a la población infantil (conciertos, teatros, musicales,....), para lo que agradecería su colaboración (mediante sus comentarios acerca de los espectáculos que hayan visto y de los que estén previstos en su provincia). Además, habrá una sección en la que se recomienden libros de lectura, en la que se cuenten cuentos (ya sean populares o de personas que tengan a bien facilitarnos cuentos escritos por ellos mismos), se incluyan dibujos para pintar, ilustraciones de cuentos, viñetas,... y quiero añadir juegos infantiles (juegos educativos y cooperativos para que puedan ponerlos en práctica jugando con sus familiares y amigos)que espero que sean del agrado de todos.
Este blog esta realizado por un joven universitario de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra para poner en práctica algunas de las cosas que esta aprendiendo y que intentará hacerlo lo mejor posible. Garantizando siempre el mayor de los respetos a todos los temas y de forma particular a los protagonistas de este blog "los niños". Para lo que estaré encantado de escuchar vuestros consejos y comentarios.
Mi blog, que ahora es también el suyo, esta dedicado a los más pequeños de mi familia. A mis primos Javier y Anher, a Naier y Aitor que están en camino y de forma particular a mi querida hermana LUA, en la cual me he inspirado para poner el nombre a este blog.
Sin más dilación, aquí, ahora y con todos ustedes "TE TRAIGO LA LUNA"